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La lectura estimula la imaginación, el desarrollo, la capacidad de comprensión y de expresión. Ayuda a sociabilizar, a entender el entorno, relaja y ejercita la memoria, entre cientos de otros beneficios. El desafío está en cómo promover la lectura entre niños y adolescentes y convertirla en un hábito placentero para el lector. Aquí dos profesoras de Lenguaje de la RED Irarrázaval comparten algunas claves para lograrlo.

“Leer es para la mente lo que el ejercicio físico es para el cuerpo”.  Joseph Addison, escritor y político británico acuñó esta frase a comienzos de los 1700, y se mantiene vigente hasta el día de hoy. Y es que es indiscutible que la lectura tiene una enorme cantidad de beneficios en todas las edades del ser humano. Así lo aseguran las profesoras de Lenguaje del Liceo Técnico Profesional People Help People Panguipulli, Estefanía Herrera, y del Colegio Diocesano Obispo Labbé de Iquique, Makarena Peréz.

“Nuestra experiencia da cuenta de cómo la planificación adecuada y el entusiasmo de parte de quienes median la lectura son elementos claves para incentivar a los y las estudiantes”, asegura Estefanía.

Sin embargo, las cuarentenas pueden afectar no solo la accesibilidad a libros, sino además la capacidad de motivación. “El confinamiento y el aislamiento social han afectado a nuestros niños y niñas en muchos aspectos. No solo a nivel cognitivo y social, sino también a nivel emocional. Este último eje es uno de los factores que influye en la motivación que tengan por el aprendizaje de cualquier ámbito, incluido la lectura”, explica Makarena Pérez.

Pero, afirman, a pesar de que la distancia y el aislamiento dificultan este proceso, no lo hacen imposible. “El fomento y la animación a la lectura sí funcionan a través de plataformas digitales. Hemos comprobado que la lectura trasciende cualquier espacio tecnológico”, dice Estefanía.

Para esto cada colegio tiene diferentes estrategias que se suman al material online. En Iquique desarrollaron “Cápsulas Literarias” con información de los textos, “además, hemos trabajado de forma interdisciplinar con asignaturas como Historia y Matemática, creando artículos informativos a partir de gráficos de barra o de noticias”, cuenta la profesora. Invita también a aprovechar los recursos externos, como la Biblioteca Digital Escolar, una aplicación de Mineduc en la que se pueden pedir libros.

Estefanía, en tanto, cuenta lo hecho en su colegio, como la “Hora CRA” para enseñanza básica, espacio dedicado al fomento y animación de la lectura, donde se les lee, se conversa con ellos y se les invita a elaborar un producto que sintetice la temática, como una figura.

Tienen también el protocolo de préstamo de libros que ayudó, además, a abrir un catálogo para la comunidad; la “Mochila Viajera” -pack personalizado con un libro para cada integrante de la familia y una bitácora de lectura -, y el “Cuentacuentos en Pantuflas", pensados para ver desde casa.

El rol del profesor

“En esta fase de la motivación, el docente juega un rol fundamental, se debe convertir en una especie de senda entre el estudiante y el texto. Tenemos la responsabilidad no solamente de emocionarlos y con ello motivarlos, sino que también de realizar un acompañamiento de la lectura”, afirma Makarena.

En línea con la vinculación de las emociones, entrega cuatro recomendaciones: “Primero, indagar en los intereses de los y las estudiantes. Segundo, realizar una actividad que sirva como puente hacia a la lectura, y es aquí donde está la oportunidad de emocionar al estudiante”, recalca. Y continúa: “Tercero, al momento de leer, se debe realizar un acompañamiento y, por último -pero no menos importante-, socializar lo comprendido: intercambio de opiniones, puntos de vistas o compartir las interpretaciones”.

¿Y los padres?

Ambas docentes aseguran que en casa hay una parte fundamental en esta labor. Para eso es importante recordar que los adultos son referentes de los niños, y aprenderán de lo que hacemos. Son ejemplo. Contar con un espacio específico, cómodo y con buena luz para la lectura, también es fundamental, al igual que leerles en voz alta y comentar interpretaciones de los leído. ¡Importante! Darle siempre un sentido recreativo y no solo utilitario a leer.

5 tips para padres

Estefanía Herrera entrega consejos para los apoderados en casa:

1. Los niños y niñas aprenden a partir del ejemplo. Que vean a los adultos leer.

2. Leerles a los niños, no presionarlos, sino más bien acompañarlos.

3. Ser pacientes y conversar con ellos buscando temas que les interesen.

4. Quebrar los tiempos de uso excesivo de tecnología.

5. Niños y adultos gozamos del placer de oír leer, no olvidarlo.