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Este nuevo espacio, realizado con el apoyo de la Fundación Irarrázaval, busca “dignificar la vida y el aprendizaje de quienes requieren apoyos diferenciados”.

Con una emotiva ceremonia familiar se realizó la inauguración y bendición de la Sala Sensorial en la Casa de Estudios Chaminade en la comuna de Linares, región del Maule. Esta ceremonia marcó un hito con el “compromiso por una educación inclusiva de calidad” y con la misión de “acoger a quienes han sido marginados del sistema escolar tradicional: jóvenes, adultos y personas con discapacidad que han visto vulnerado su derecho a aprender”, afirma el rector del establecimiento, Dante Galgani.

Durante la celebración, realizada el martes 4 de noviembre, se escucharon testimonios de estudiantes y familias que han encontrado en este establecimiento una oportunidad para reconstruir trayectorias interrumpidas. “Fue un momento de comunidad, esperanza y proyección de futuro”, afirma el rector.

María Vásquez, tiene una hija de 34 años con Síndrome de Down, Paula, quien está en la Casa Estudio Chaminade, un lugar donde, como afirma María, Paula ha podido crecer, aprender y ser feliz. “Al inaugurar esta hermosa Sala Sensorial, solo quiero decir gracias. Gracias por creer en Paula y en tantos estudiantes que necesitan oportunidades para desarrollarse y sentirse seguros. Este nuevo espacio será, sin duda, un gran apoyo para su bienestar y aprendizaje”, afirma.

La Sala Sensorial consiste en un espacio que busca “dignificar la vida y el aprendizaje de quienes requieren apoyos diferenciados”, señala Dante. Este lugar será equipado con recursos de estimulación sensorial, iluminación especial, sonido, elementos táctiles y mobiliario adaptado con el fin de favorecer la autorregulación, la expresión emocional y el desarrollo cognitivo. “Es un puente de inclusión, que asegura que cada estudiante, más allá de su condición, encuentre un lugar seguro para aprender, vincularse y desarrollarse”, dice.

Además, la Sala permitirá que los procesos educativos consideren la diversidad neurológica y sensorial, y “garantiza que ningún estudiante quede fuera por falta de apoyos adecuados. Es una herramienta clave para promover autonomía, bienestar emocional y permanencia en la escuela”, recalca el líder del establecimiento.

En concreto, en el espacio se podrán desarrollar actividades de estimulación sensorial y regulación emocional. Se realizarán intervenciones específicas del Programa de Integración Escolar (PIE) y terapias complementarias, como relajación guiada, psicomotricidad fina y juegos sensoriales que potencian el aprendizaje.

El director agradece a la Fundación Irarrázaval por apoyar este proyecto y ser clave en su materialización: “a través de este apoyo, la Fundación refuerza nuestra misión de restaurar derechos y transformar vidas mediante oportunidades educativas reales, especialmente en sectores social y educativamente excluidos”, afirma el rector.