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"Sembrando el cambio, cosechamos el mañana" es el proyecto distinguido a nivel nacional por su enfoque innovador en la educación técnico-profesional (TP), con un impacto significativo en la sustentabilidad y la formación integral de los estudiantes.

El Instituto Politécnico María Auxiliadora de Puerto Montt, en la Región de Los Lagos, celebró un importante logro al ser reconocido en la premiación de Elige Innovar 2024, en la categoría Aprendizaje Integral, por su proyecto "Sembrando el cambio, cosechamos el mañana". Esta iniciativa integra la educación técnico profesional con prácticas sostenibles, promoviendo un cambio cultural basado en la ecología integral y la sustentabilidad.

Desarrollado en conjunto con los estudiantes, el proyecto se estructura en tres etapas clave: el "Patio Vivo Cultivable", donde los alumnos cultivan hortalizas y elaboran un recetario regional; un Plan de Manejo Sustentable de Residuos, que incluye la instalación de un Punto Verde y talleres de reciclaje; y la creación de huertos verticales, diseñados por estudiantes de Dibujo Técnico, con sistemas de riego sostenible. "Nuestro proyecto fue reconocido a nivel nacional por su enfoque ecológico e innovador, que impulsa la sustentabilidad, revaloriza tradiciones ancestrales y apuesta por la transformación cultural", afirma el director del establecimiento, Manuel Urrutia.

Con una matrícula de 686 estudiantes, el Instituto Politécnico María Auxiliadora se distingue por su compromiso con la formación TP y la inclusión. El índice de vulnerabilidad de sus alumnos alcanza el 90%, y ofrece especialidades en Gastronomía, Atención de Párvulos, Dibujo Técnico y Administración con mención en Recursos Humanos. "Nuestra misión es formar a la juventud desde la espiritualidad salesiana, orientada a educar buenos cristianos y honestos ciudadanos", explica el director.

Desde su implementación en 2021, el proyecto ha involucrado a más de 500 estudiantes en actividades como cultivo, compostaje y el desarrollo de sistemas innovadores para el manejo de recursos. "Los aprendizajes adquiridos han impactado tanto la formación técnico profesional como el desarrollo ciudadano y valórico de los estudiantes, convirtiendo el proyecto en una experiencia de aprendizaje integral con un impacto significativo en la comunidad", destaca Urrutia.

Además, la iniciativa fomenta la inclusión al integrar a estudiantes con necesidades educativas especiales en actividades como el cultivo y la atención a visitantes de escuelas especiales.

De cara al futuro, el proyecto busca incorporar nuevos enfoques pedagógicos, como el uso de los huertos en la especialidad de Atención de Párvulos, y la creación de líderes ambientales en cada curso para 2025. "Para que el proyecto siga germinando, los directivos y docentes debemos continuar trabajando en equipo junto a los estudiantes, quienes son los verdaderos gestores del cambio. Nuestra tarea es estar atentos a sus propuestas para convertirlas primero en proyectos y luego en prácticas institucionales", concluye el director.