CIT trabaja en colaboración con la Seremi de Medio Ambiente de La Araucanía

02 Julio 2024

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Gracias a la firma de un acuerdo de colaboración, alumnos de distintas especialidades del Liceo Bicentenario de Excelencia Padre Oscar Moser de Padre Las Casas, potenciados por el Centro de Innovación Tecnológica (CIT), podrán fortalecer el trabajo de dos proyectos que buscan mejorar la medición de calidad del aire. 

“Esta alianza y el trabajo conjunto significan para el CIT una oportunidad de fomentar la innovación y la tecnología, fortalecer redes colaborativas, contribuir a la educación técnica y profesional, ganar experiencia en proyectos de impacto social, aumentar su visibilidad y reconocimiento, y reafirmar su compromiso con la sostenibilidad ambiental”, revela José Cabrera, coordinador de tecnología del Centro de Innovación y Tecnología Técnica Profesional “Juan de Dios Vial Larraín”, respecto a la alianza que acaban de suscribir con la Seremi de Medio Ambiente para llevar a cabo dos proyectos liderados por alumnos del Liceo Bicentenario de Excelencia Padre Oscar Moser.

 José cuenta que los estudiantes, desde hace algún tiempo, están trabajando en dos proyectos colaborativos, uno para medir la calidad del aire en áreas sin cobertura; y otro para modernizar los semáforos proporcionados por el gobierno a las escuelas, que son utilizados como indicadores de la calidad del aire.

 Esta alianza con la Seremi de Medio Ambiente contempla profundizar en el proyecto y que 30 estudiantes del Liceo trabajen en los prototipos con la asesoría de un equipo del Ministerio que les otorgará los lineamientos y/o requerimientos técnicos.

 En este trabajo interdisciplinario, los alumnos de Electricidad se encargarán de los sistemas eléctricos y la configuración de los sensores para la estación de monitoreo meteorológico y el semáforo de calidad del aire. Los alumnos de Construcciones Metálicas serán los responsables de la elaboración de las estructuras necesarias y los de Edificación prepararán los cimientos y realizarán la instalación física de las estaciones y los semáforos, asegurándose que las estructuras sean estables y duraderas.

 “Involucrarse en este proyecto les permite a los estudiantes aplicar sus conocimientos en un entorno real, reforzando su comprensión y mostrando la utilidad práctica de sus estudios. Desarrollan habilidades técnicas específicas en electricidad, estructuras metálicas y edificación, mientras aprenden a trabajar en equipo, comunicarse y coordinarse para alcanzar un objetivo común”, señala José Cabrera.

 Además, el proyecto enfrenta a los estudiantes a desafíos técnicos y logísticos, mejorando sus habilidades de resolución de problemas y pensamiento crítico, comenta el coordinador de tecnología, y también promueve la responsabilidad social y la conciencia ambiental al tener un impacto directo en la comunidad. “Esta experiencia práctica es valiosa para su futura vida profesional, proporcionándoles una sólida referencia y destacando en sus currículos. Finalmente, sienten la gratificación de contribuir significativamente a su comunidad, lo que es altamente motivador” enfatiza Cabrera.

El proyecto se desarrolla siguiendo la metodología ETHAZI, centrada en el aprendizaje basado en retos y competencias, como explica José. En la fase de planificación, se realizó una reunión inicial para definir el reto y los objetivos, formando equipos multidisciplinarios con roles definidos. Luego, los equipos investigaron y diseñaron las soluciones, creando prototipos y desarrollando planos detallados.

Durante la implementación, cada especialidad trabajó en sus respectivas tareas y posteriormente se integraron todos los componentes del proyecto. En la fase de pruebas y ajustes, se aseguró el correcto funcionamiento del sistema y se resolvieron los problemas técnicos que surgieron.

Finalmente, en la fase de implementación y monitoreo a largo plazo, se instalará el sistema final y se supervisará su funcionamiento. El prototipo será instalado en el mismo liceo y la medición de calidad de aire de igual forma en la actual estación meteorológica que posee el establecimiento.

“Se capacitará a otros estudiantes y personal sobre el uso y mantenimiento del sistema, y se documentará el proyecto. Además, se planificará la expansión del uso de los semáforos de calidad del aire a otros puntos de la ciudad, buscando financiación y apoyo para su implementación futura. Esta metodología asegura el desarrollo de competencias técnicas y transversales, preparando a los estudiantes para su vida profesional y personal”, detalla el coordinador.

 Por último, Cabrera comenta que se esperan resultados beneficiosos tanto para la comunidad como para los alumnos. Por un lado, se mejorará la medición de la calidad del aire, lo que permitirá a su vez tener una mayor conciencia ambiental; con información más clara y accesible se puede proteger también la salud pública y además se empoderará a la comunidad. Mientras que los alumnos, pondrán en práctica sus conocimientos, desarrollando sus habilidades técnicas y colaborativas, y también tendrán una mayor conciencia social y ambiental y una preparación para un futuro profesional.

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