La innovación mueve al Liceo Bicentenario Obispo Labbé de Iquique

10 Enero 2023

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Luego de una reflexión sobre su proyecto educativo, en el Liceo Bicentenario Obispo Labbé decidieron dar un salto cualitativo y reformular su paradigma educativo para fortalecer el desarrollo de talentos, creatividad e innovación. Hoy cuenta con un Equipo de Innovación que se encarga de promover nuevas prácticas pedagógicas, desarrollar capacidades humanas y también alianzas.

El año 2018, luego de analizar resultados de pruebas externas y de una profunda reflexión del Proyecto Educativo Institucional, en el Liceo Bicentenario Colegio Diocesano Obispo Labbé de Iquique, se dieron cuenta que los estudiantes no estaban alcanzando habilidades de mayor complejidad: “Esta situación obedecía a que nuestras prácticas, en la generalidad, se centraban en los contenidos, generando un aprendizaje bancario, en que el rol de los estudiantes se reducía a ser un repositorio de conocimientos que memorizan y acumulan, y luego lo repiten sin grandes razonamientos”, señala su rector Mauricio López.

Ante esto, decidieron realizar un salto cualitativo: “lo que implica una reformulación de nuestro paradigma educativo, en donde la estandarización de los aprendizajes se difumina y da paso a la creación de ambientes colaborativos que ayudan al desarrollo de talentos, la creatividad y la innovación, buscando formar estudiantes virtuosos y con habilidades para enfrentar el siglo XXI”, afirma el rector.

Y así, desde el año 2019, el proyecto educativo se basa en el “Aprendizaje Activo o Experiencial, implementando la metodología Just FAIL (el fallo como instancia de aprendizaje)” cuenta Mauricio y agrega: “Esta nueva forma de concebir el proceso de Enseñanza Aprendizaje se ha instalado en ambas modalidades formativas, Técnica Profesional y Científico Humanista en la Enseñanza Media, contando con el compromiso de los docentes y la colaboración del Instituto iDEA UFRO, de la Universidad de La Frontera”.

Desde entonces, está metodología se desarrolla en las aulas del liceo desde la educación parvularia hasta IV Medio “generándose instancias de aprendizaje que desafían y motivan a nuestros estudiantes, orientándolos a que enfrenten el desafío de innovar, permitiendo que aumenten su umbral de tolerancia al riesgo (Fallar); aprendan de sus errores (Aprender); se orienten a la acción en ambientes inciertos (Iterar); y propongan soluciones a problemas relevantes (Liderar)”, cuenta su rector.

En definitiva, como Mauricio explica: “Concebimos el replanteamiento del concepto error, instalándolo como necesario en la formación, a través de la planificación, práctica pedagógica y evaluación formativa, bajo un contexto de metodología activa: Aprendizaje Basado en Proyectos, Aprendizaje Basado en Problemas, Aprendizaje Basado en Retos, Aprendizaje Expedicionario, entre otros”.

“Destacamos el trabajo que está realizando el Liceo Bicentenario Obispo Labbé, el desafío es ir un paso adelante para mejorar el proceso de Enseñanza- Aprendizaje y atreverse a innovar y a cambiar las formas de hacer las cosas”, afirma León Urruticoechea, director de Gestión en Educación de la Fundación Irarrázaval.

Los desafíos del Equipo de Innovación

Para lograr estos objetivos de una mejor manera, durante  2022, se creó el Equipo de Innovación, liderado y articulado por docentes del establecimiento, coordinado por Aileen Flores, quien cuenta que establecieron tres ejes donde desarrollar la innovación educativa: “promover prácticas pedagógicas que potencian el aprendizaje profundo, desarrollar a las personas influyendo sobre las capacidades y motivaciones y por último, establecer alianzas y vínculos con el entorno para propiciar el cambio sistémico”.

Respecto a Promover prácticas pedagógicas que potencian el aprendizaje profundo Aileen señala que esto “implica redefinir los roles dentro del aula, pasando de ser docentes transmisores de conocimientos a diseñadores de experiencias de aprendizaje, desarrollando la capacidad de las y los estudiantes y ayudándolos a conectar con sus talentos e intereses” y agrega: “Al mismo tiempo, las y los estudiantes pasan de ser receptores de conocimiento a protagonistas de su propio aprendizaje con el objetivo de alcanzar progresivamente la autonomía”.

En este mismo eje, la coordinadora señala que también están innovando en la evaluación, “para romper con la excesiva atención que generan las notas, implementando los principios de la evaluación formativa a través de calificaciones conceptuales que establecen niveles de logro”.

Y también fomentando la digitalización: “es un elemento importante que funciona como catalizador del aprendizaje. Por lo mismo, contamos con un Portal Cautivo que entrega acceso a Internet con usuario y contraseña a toda la comunidad”, cuenta. Además, cuentan con equipos de alto nivel, disponen de 400 tablets para utilizar en clases, y el colegio se encuentra actualmente en el proceso de certificación con Google Education. 

Respecto al segundo pilar, desarrollar las capacidades de las personas, Aileen señala que está estrechamente relacionado con el liderazgo dentro de la institución: “donde las y los líderes crean las condiciones para que las y los profesores trabajen colaborativamente, se reúnan a hablar sobre la enseñanza reflexionando a partir de evidencia de impacto y aprendan entre sí a potenciar su práctica pedagógica para repercutir en el aprendizaje de las y los estudiantes”, en definitiva, como ella explica, los líderes se posicionan como coach, desarrollando el talento de los profesores.

Por último, Aileen enfatiza en la importancia de establecer alianzas y vínculos con el entorno y en esta línea, están realizando el Workshop de Innovación Docente al Colegio Católico Nazaret de Alto Hospicio, por ejemplo.

En el caso específico de alumnos TP, la coordinadora del equipo de innovación afirma: “Con el objetivo de potenciar las habilidades del área STEAM, emprendimiento e innovación social, se están implementando experiencias de aprendizaje bajo la metodología de Aprendizaje Basado en Proyectos, donde se desafía a los estudiantes a diseñar y prototipar soluciones innovadoras que hagan eco en el territorio y promuevan el uso responsable de recursos frente a la crisis climática”.

“Hoy, nuestro principal desafío es continuar consolidando el proceso de mejoramiento escolar en vías de institucionalización para avanzar a un estadio de desarrollo que nos posicione como una “comunidad que aprende”, es decir, que nos caracterice por una cultura robusta de mejoramiento, cambios positivos en las prácticas pedagógicas con impacto en el aprendizajes de las y los estudiantes, aprender nuevas maneras de hacer las cosas y con procesos efectivos que se sostengan en el tiempo”, concluye Aileen.

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