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Dentro de los planes de mejoramiento de este colegio de Melipilla se incluyó un espacio exclusivo para la formación cristiana. Hasta ahora todos los actos de este tipo se llevan a cabo en una sala de usos múltiples, pero en unos meses más se espera contar con una capilla dentro del establecimiento.

En la apuesta por desarrollar un ideario católico, el Centro Educacional Menesiano de Culiprán quiso hacer un proyecto para contar con un espacio exclusivo para las celebraciones religiosas, oraciones y el desarrollo de la interioridad. Es por esto que, en noviembre de 2020, con un aporte de la Fundación Irarrázaval, se dio el puntapié inicial a la construcción de una capilla en el terreno del colegio.

A 9 meses del comienzo de la construcción, se han visto algunas complicaciones en el desarrollo, pero que gracias al compromiso de los involucrados -colegio, constructora, entre otros-, no han sido impedimento para seguir adelante. “En la ejecución del proyecto hemos tenido dos dificultades principales. Por la pandemia, la escases de materiales de construcción a ralentizado el desarrollo del proyecto. Por otro lado, las obras del puente de la calle El Dibujo, donde se ubica el colegio, impedían que los camiones pudieran llegar, pero hace unas semanas la constructora realizó un desvío que posibilitó el paso de camiones de alto tonelaje”, cuenta la directora del colegio, Cecilia Farías.

Actualmente la capilla se encuentra en la fase de la finalización de los cimientos, pero en paralelo se fue avanzando en las estructuras metálicas que permiten comenzar el levantamiento de la capilla. “Se prevé que a finales de octubre se pueda inaugurar con el obispo, y ojalá con la presencia de la Fundación Irarrázaval que tanto nos ha apoyado”, dice el Hermano Ignacio Morso, Representante Legal del colegio.

Una capilla en el colegio

De la misma forma que el colegio se ha esforzado por mejorar los espacios pedagógicos, las salas de clases, los espacios para educadores y equipamiento técnico con el fin de garantizar la innovación pedagógica, los docentes quisieron dotar a los alumnos de los mejores espacios y recursos para su desarrollo integral, en lo que una capilla resulta clave para posibilitar un espacio de calidad y calidez para la educación de la trascendencia y la transmisión de la fe.

“Nuestra identidad cristiana está reconocida en la misión, visión y valores del colegio, y está desarrollada a través de diferentes espacios: clases de religión, retiros, encuentros con Cristo, celebraciones religiosas, cultivo de la interioridad, Departamento de Atención Personal (DAP), departamento solidario y formación de la identidad menesiana al personal del colegio”, explica la directora. Todo coordinado y gestionado por el equipo Pastoral, cuya coordinadora forma parte del equipo directivo.

“No podemos menos que agradecer profundamente el apoyo que siempre nos ha ofrecido la Fundación Irarrázaval. Es un aporte esencial, sin el cual no hubiésemos podido desarrollar el proyecto. Somos un colegio particular subvencionado rural, técnico agrícola, con una amplia infraestructura y muchos gastos, por lo que proyectos de esta envergadura no pueden ser desarrollados sin apoyo externo”, manifiesta Morso.

“Por otro lado, sentir el apoyo de Fundación Irarrázaval, desde nuestro ideario cristiano católico, es una alianza esencial para el logro de nuestros objetivos buscando la formación integral de nuestros alumnos”, agrega Cecilia Farías.

“Para nosotros como Fundación nos alegra enormemente apoyar la realización de proyectos como una capilla para el Colegio Culiprán, ya que sabemos que será un gran aporte para toda la comunidad educativa, y sin duda un lugar para apoyar la formación cristiana de los alumnos”, revela León Urruticoechea, director de Gestión en Educación de la Fundación Irarrázaval.