Nueva Aula de Innovación en Liceo Padre Nicolás: ¡Más motivación!

23 Septiembre 2022

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Se trata de una sala de clases que favorece el trabajo en equipo y el aprendizaje entre los alumnos. Este espacio de innovación y creatividad fue creado en el Liceo Bicentenario Padre Nicolás de Vilcún y es parte del proyecto Tknika en el cual participan.

El diseño de prototipos 3D, la creación de un sistema de riego automático y de un sistema detector de gas metano, han sido posible gracias al trabajo que, tanto alumnos como profesores del Liceo Bicentenario Padre Nicolás de Vilcún, han realizado en el aula de innovación, un espacio creado a partir de la participación del establecimiento en el proyecto Tknika.

El proyecto Tknika, del cual forma parte la Fundación Irarrázaval y tres sostenedores de la RED, Fundación Belén Educa, Magisterio de La Araucanía (FMDA) y SNA Educa, busca consolidar una metodología de enseñanza y aprendizaje, basada en el modelo Ethazi propuesto por Tknika, que tiene como elemento central y articulador el aprendizaje colaborativo basado en retos.

Alejandro Roa, director de este liceo ubicado en la región de La Araucanía, cuenta que el participar en el proyecto Tknika ha generado instancias formativas, tanto en Chile como en San Sebastián, España, lo que a su vez ha dado frutos: “La metodología Ethazi ha venido a generar nuevos desafíos a los docentes de la formación técnico profesional donde el foco de aprendizaje se orienta hacia un trabajo colaborativo y el desarrollo de retos orientados al aprendizaje y servicio” afirma.

Asimismo, Alejandro Roa agrega que dentro del contexto del proyecto Tknika, en el colegio se han iniciado algunas transformaciones, como es este nuevo espacio educativo que “genera un ambiente propicio para aprender, motivante, y donde la indagación y participación de los estudiantes adquiere roles protagónicos en su proceso de aprendizaje”.

“El poder aprender y también conocer e implementar experiencias como es este proyecto Tkinka, es una gran oportunidad para los colegios de la RED Irarrázaval. Hemos visto como estas instancias han dado grandes frutos y desde la Fundación Irarrázaval, seguiremos apoyándolas”, afirma Aníbal Vial, gerente general de la Fundación.

Un nuevo espacio: múltiples beneficios

El Liceo Padre Nicolás cuenta con alrededor de 500 alumnos de I a IV medio e imparte las especialidades de Administración, Mecánica Automotriz y Turismo. Matías Rebolledo, profesor de matemáticas y persona a cargo del aula de innovación cuenta que son más de 100 estudiantes los que ocupan este espacio en diferentes instancias: en clases, talleres o durante su tiempo libre. Además, comenta ha servido para potenciar las especialidades técnicas. Por ejemplo, en Turismo crearon una agencia tour operadora educativa “Viajeros sin frontera”, y las impresoras 3D, han permitido que los alumnos de Mecánica puedan imprimir y visualizar las partes de un motor. “Por otro lado, ha crecido la innovación con el área robótica, el uso de sensores, de placas y creación de robots para ir a competencias”, revela.

El director del colegio, Alejandro Roa añade que, gracias a la sala de innovación y al proyecto Tknika, la formación de estudiantes TP se ha visto consolidada en cuanto al desarrollo de competencias profesionales: “Los beneficios que ha generado a la fecha es contar con estudiantes muy motivados de todos los niveles por participar de proyectos de innovación en áreas como robótica y diseño en 3D”.

Matías Rebolledo, también agrega que el uso de la tecnología ha impulsado el aprendizaje de los alumnos. “Pensaban que las soluciones eran limitadas, pero ahora ven que lo que ellos quieran se puede hacer con la tecnología. Les abre su campo y va siendo una motivación constante”.

Rebolledo cuenta que existe una alta motivación con el tema ambiental y destaca dos proyectos donde los alumnos han buscado soluciones: la creación de un sistema de riego de acuerdo con la humedad de la planta y el diseño de un sensor para medir el nivel de gas metano. “El principal beneficio es que los chiquillos tienen otro espacio donde pueden venir a conocer otras cosas, trabajar en otros espacios, con comodidad y tecnologías”, comenta Matías.

El director del colegio espera que, con el tiempo, se vean muchos más beneficios, ya que se trata de un programa que se encuentra en pleno desarrollo: “sin duda a futuro vamos a poder identificar otros beneficios producto del impacto que tendrá la implementación de este tipo de aulas educativas que contribuye a potenciar las habilidades para el siglo XXI”, concluye.

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