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Consolidándose como el gran evento de educación en la zona norte del país, la segunda edición del CIITE reunió a más de 400 profesores, directivos y actores del mundo educativo durante dos días en la ciudad de Iquique. Este evento fue organizado por el Liceo Bicentenario de Excelencia Colegio Diocesano Obispo Labbé, con el apoyo de la Fundación Irarrázaval, y tuvo lugar los días 30 de septiembre y 1 de octubre.

Una vez más, los cientos de asistentes tuvieron la oportunidad de reflexionar y conocer experiencias innovadoras y de transformación en establecimientos educacionales a través de exposiciones, talleres inmersivos y diálogos dinámicos. El congreso contó con la destacada participación de Jordi Musons, director de la escuela Sadako de Barcelona; Santiago Rincón-Gallardo, director de investigación del equipo internacional de Michael Fullan; Boris Mir, consultor catalán en innovación educacional; y Carlos Isaacs, de la Universidad de La Frontera.

Durante su exposición, el doctor en Educación por la Universidad de Harvard, Rincón-Gallardo, invitó a los presentes a repensar la educación y su transformación, considerando lo que, a su juicio, deben ser los cuatro propósitos fundamentales: formar a los estudiantes para que se conozcan a sí mismos; que piensen y aprendan por sí mismos; que cuiden de sí mismos y de los demás; y que contribuyan a mejorar el mundo.

La escuela actual no está diseñada para responder a estos propósitos, plantea Santiago. En la escuela aprendemos a que nos enseñen, cuando deberíamos aprender a aprender, y son dos cosas muy diferentes. “Cuando uno aprende a que le enseñen, lo que aprende es a delegar la responsabilidad de decidir qué es verdad en otra persona, generalmente en una figura de autoridad. Aprender a aprender, por el contrario, requiere asumir la responsabilidad de decidir por uno mismo, basándose en lo que se sabe, en las propias experiencias, valores, cultura, etc. Eso es lo que debemos cultivar si queremos mantener vivo el espíritu humano y la capacidad de discernir”.

León Urruticoechea, director de Gestión en Educación de la Fundación Irarrázaval, también participó en el Congreso y felicitó al colegio organizador, así como a toda su comunidad educativa, por este gran evento en el que pueden compartir el trabajo que están desarrollando. Dicho trabajo apunta a innovar y modificar la manera en que se enseña a los estudiantes, y en ese marco nace el CIITE como una forma de compartir su conocimiento con otras comunidades educativas.

“En este evento hemos presenciado la transformación educativa que está impulsando el colegio Obispo Labbé. He visto mucha motivación, trabajo colaborativo y protagonismo de los estudiantes. Como Fundación, estamos muy contentos de apoyarlos y contribuir para que este colegio continúe avanzando día a día en su proceso de transformación, con un impacto positivo en los aprendizajes de los estudiantes”, aseguró León Urruticoechea.

Por su parte, Mauricio López, rector del Colegio Obispo Labbé, se mostró muy emocionado con el resultado de este encuentro, especialmente porque el CIITE se ha convertido en un punto de encuentro para quienes buscan la transformación educativa.

“Nosotros, como colegio, hemos tenido la suerte de compartir y aprender de comunidades tan hermosas que están en Cataluña, pero creemos que aquí también podemos aprender unos de otros. Ese es el concepto con el que, al menos yo, me quedo, y sobre todo con la sensación de que el trabajo se realizó de buena manera. Creo que este ha sido un espacio donde nos hemos encontrado todos los que soñamos con una educación que realmente esté al servicio de nuestros estudiantes, nuestras familias y, sobre todo, de nuestro país”, concluyó el rector.