Clases a distancia: Cómo evitar la deserción escolar y fomentar la asistencia

20 Mayo 2021

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Conversamos con la directora del Colegio Trigales del Maipo de Puente Alto y con la coordinadora preescolar del Colegio Bicentenario Nocedal de La Pintana,  los cuales han debido tomar medidas para evitar la deserción escolar y apoyar la asistencia en tiempos de clases a distancia. Cómo lo han hecho, aquí lo explican.

Conexión, apoyo familiar, flexibilidad, compromiso, trabajo en equipo son algunos de los conceptos que se destacan al hablar de cómo fomentar la asistencia en alumnos en época de pandemia y clases a distancia, sobre todo en alumnos más pequeños. Así lo revelan Andrea Gumucio, directora del Colegio Trigales del Maipo y Paula Mozo, coordinadora preescolar del Colegio Bicentenario Nocedal.

Ambos establecimientos de la Fundación Nocedal pertenecen a la RED Irarrázaval y han desarrollado un importante trabajo para lograr altos porcentajes de asistencia y evitar la deserción escolar. “Retener a los alumnos en los colegios es un gran desafío, sobre todo en sectores vulnerables, pero hoy esa tarea es aún más desafiante producto de la pandemia y las clases a distancia. Si un alumno no asiste a clases, no aprende, es en la clase dónde se produce el proceso de enseñanza aprendizaje y cada día cuenta”, señala León Urruticoechea, Director de Gestión en Educación de la Fundación Irarrázaval, mientras destacada el trabajo realizado por los colegios de la RED.

LO PRIMERO: LOGRAR LA CONEXIÓN

“Hemos detectado que uno de los factores que desmotiva a los alumnos y provoca en parte la deserción escolar es la falta de conexión a las clases” así lo afirma tanto la directora del Colegio Trigales como Paula Mozo. “En primera instancia el problema fue de conexión”, dice Paula.

Ante esta situación los equipos de ambos colegios se pusieron en acción. “Lo primero que hicimos fue comprobar el acceso que tenían las familias a internet y con qué dispositivos contaban para ver las clases. Así vimos que varias familias contaban con un solo teléfono para que se conecten 2 o 3 hermanos. Al tener la información hemos ido gestionando la donación de dispositivos para hacer llegar a las familias que lo necesitaban. La Fundación Nocedal también contó con el apoyo de Entel a través de la donación de chips de internet que hicimos llegar a las familias que lo necesitaban”, cuenta Andrea.

En el Colegio Nocedal, donde trabaja Paula realizaron una campaña interna para conseguir celulares y también obtuvieron una donación de chips y entrega de wifi.

Aun así, hay familias que aún no cuentan con conexión en tiempo real a las clases, por eso se han utilizado otros medios para apoyarlos, como la entrega de material impreso o cápsulas de clases para que cuando la familia pueda y tenga acceso, en los tiempos que ellos dispongan, puedan verlas.

FAMILIAS INVOLUCRADAS

Junto con ayudar a solucionar el problema técnico, ambos establecimientos han realizado un importante trabajo con las familias: “Lo fundamental es que las familias entiendan la importancia del aprendizaje y que cada día de clases es importante. En cada clase se aprenden cosas nuevas y que, si un alumno no asiste a una de ellas, es algo que deja de aprender y es muy difícil de recuperar. Esta información la hemos transmitido a través de reuniones de apoderados y entrevistas de apoderados que sostienen las profesoras con ellos”, explica Andrea.

En esta misma línea, Paula comenta: “el gran desafío ha sido comprometer a los papás, comprometerlos con el ideario del colegio donde ellos son los primeros educadores”. Y cuenta que han tenido muy buenos resultados con este compromiso: “fue un trabajo de toda la comunidad”, agrega.  

TRABAJO 24/7, DINÁMICO Y EN EQUIPO

En cuanto a la misma clase, en ambos establecimientos utilizan distintas estrategias. En ambos colegios se hace un seguimiento de la asistencia: “Esto permite que las profesoras se puedan comunicar con las familias que no se conectan y así trabajar con cada uno en forma personalizada”, afirma Andrea del Colegio Trigales.

En el establecimiento Nocedal, ven caso a caso la mejor manera de llegar al alumno que no puede asistir, según explica Paula, “todos sabemos en que está cada uno de ellos”.

En cuanto al contenido de las clases, Andrea comenta que para detectar a los niños que se están quedando atrás, lo que a su vez puede terminar en una deserción, han optado por realizar pequeñas evaluaciones formativas al final de cada clase y así ver quiénes están comprendiendo.

A esto se suma una modalidad lúdica: “Nuestro colegio, busca motivar el aprendizaje entregándolo de una manera lúdica y participativa. Esto no se puede perder en la clase online. Las profesoras buscan la participación de los niños, y poder hacerlos más visibles. Para eso buscaron una estrategia, les hicieron una paleta roja que enviamos a la casa. El niño si quiere participar, levanta la paleta y de esta manera facilita a la profesora que vea al niño. Es muy importante para ellos sentirse visibles”, cuenta Andrea.

Otro factor que ha contribuido a fomentar la asistencia es que la profesora esté acompañada: “El trabajo en equipo es fundamental, y las profesoras se acompañan en la transmisión de la clase. Esto ayuda a la gestión de la parte técnica, de las necesidades de los niños y que la clase tome un ritmo más dinámico a través de un diálogo pedagógico”, concluye Andrea.

Por último, ha sido una realidad que los profesores han tenido que estar disponibles 24 horas al día, los 7 días de la semana: “los educadores han estado totalmente comprometidos, llaman a los alumnos, reciben preguntas de los padres. Ha habido flexibilidad”, comenta Paula. A lo que Andrea le llama un vínculo entre el profesor y el alumno, donde el profesor sabe en qué está su alumno, lo que sin duda ha logrado que ambos colegios tengan más de un 80% de asistencia.

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