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Una significativa ceremonia de bendición de la primera piedra de la construcción de la Capilla “San José” en dependencias de la casa de retiro del Colegio Salesiano de Concepción, camino a Yumbel, se vivió con la presencia de parte de la comunidad escolar y representantes de la Fundación Irarrázaval. Un hito importante para el desarrollo de la espiritualidad de los jóvenes de este colegio de más de 136 años de vida.

“Nunca había participado de algo así, fue emocionante. No pensé que podría ser parte de algo tan importante”. Así vivió la ceremonia uno de los estudiantes del establecimiento, según cuenta su rectora, Ida Sepúlveda. En la ceremonia, realizada el 28 de marzo, participaron autoridades del colegio y de la Fundación Irarrázaval.

 “Contar con un lugar de reflexión espiritual es una gran ayuda para la formación espiritual de los jóvenes la cual consideramos clave en una educación integral, ya da sentido a la vida. Estamos muy contentos de poder apoyar al Colegio Salesiano Concepción en la concreción de este importante proyecto”, reveló Aníbal Vial, Gerente General de la Fundación Irarrázaval.

La rectora del establecimiento cuenta que el arribo de los primeros salesianos a Chile fue precisamente a Concepción. “A la llegada, los salesianos, junto a 12 jóvenes abrieron el “taller San José”, el que con el tiempo y con una historia de 136 años ha dado vida a lo que hoy conocemos como Colegio Salesiano de Concepción”.

Este año, con el apoyo de la Fundación Irarrázaval, se comenzará a construir una capilla en las dependencias de la casa de retiro del Colegio, ubicado camino a Yumbel. Este lugar durante el año acoge a los estudiantes del colegio y a sus familias para su formación espiritual. “La capilla es el corazón de toda educación, en cuanto ayuda a expandir el horizonte definitivo y final hacia donde apunta todo proyecto educativo (la vida plena en Jesús)”, dice la rectora.

El padre director del Colegio, Claudio Cartes, destaca lo significativo del nombre elegido para este lugar de oración. “Está dedicada a San José, patrono de la Iglesia y del Colegio Salesiano de orientación técnico profesional desde sus orígenes”, dice.

La espiritualidad en los jóvenes: da sentido a la vida

La Capilla será un lugar de oración, de encuentro con Dios y será de vital apoyo en la formación espiritual de los jóvenes y sus familias. “La espiritualidad eleva o profundiza nuestra existencia en cuanto da sentido a nuestros quehaceres y de ahí que sea tan relevante fortalecerla entre los jóvenes y familias tal y como dice el lema del colegio "ora et labora", que es el lema propio de las antiguas espiritualidades monacales, es como la síntesis de la experiencia del ser humano, desplegar su creatividad finita en el mundo con el corazón anhelante de lo infinito de quién lo creó”, comenta el Padres Cartes.

La rectora también destaca la importancia de la espiritualidad y la formación cristiana en los alumnos del colegio, quienes, en su paso por el colegio, van dando sentido a su propósito en la vida. “Es una pedagogía que se desarrolla para llegar a ser personas contemplativas en las acciones según sus propias experiencias juveniles de vida, con alegría, responsabilidad y buen humor. Citando a nuestro santo fundador, Don Bosco, nosotros hacemos consistir la santidad en “estar siempre alegres”. La alegría es una característica propia de los jóvenes y como educadores buscamos que esa alegría sea profunda”.

Asimismo, la espiritualidad en los jóvenes trasciende a su época de escolares, se convierten en profesionales con un sello distintivo en su quehacer cotidiano.  “La espiritualidad, aunque no se vea, como se ve algo físico, es lo que orienta al profesional en el sentido de lo que hace y le permite aspirar y buscar siempre algo para mejorar la vida humana”, dice el Padre director.

El Santo Fundador, Juan Bosco, enseñó a los jóvenes de su época que “con las mejores herramientas al alcance se puede desplegar el potencial de las personas para servir mejor a la sociedad y en ello la espiritualidad impulsa el anhelo de los jóvenes a realidades que incluso ellos mismos no sospechan que puedan alcanzar”, concluye el Padre.