Academia Literaria en Panguipulli: Literatura, emociones y tecnología
04 Septiembre 2024Durante 2023 de desarrolló la primera Academia Literaria en el Liceo Bicentenario People Help People de Panguipulli donde más de 40 estudiantes entre séptimo básico y cuarto medio participaron. Este año, continúan con una nueva mirada que su encargado, Carlos Morales, detalla a continuación.
Después de participar en el Programa de Formación de Mentores de Academias Literarias de la Fundación Irarrázaval el año 2023, Carlos Morales, profesor de Lenguaje del Liceo Bicentenario de Excelencia Técnico Profesional People Help People Panguipulli, ubicado en la región de Los Ríos, comienza a armar su propia Academia en el liceo con una convocatoria abierta para estudiantes de séptimo básico a cuarto medio.
En octubre de ese año inicia la Academia con un programa piloto. “Partimos como un proyecto bien pequeño, no teníamos tantas expectativas, considerando obviamente que los chicos no tenían hábitos tan continuos de lectura y escritura”, cuenta Carlos y añade que quisieron ligar la Academia al área emocional, a conectar con las emociones y complementar esto con la literatura.
“Empezamos con un grupo pequeño, aproximadamente 10 a15 estudiantes y ya las sesiones 5 y 6 teníamos 40 a 45 alumnos, incluso la sesión más grande fue con aproximadamente 50 estudiantes ¡así que nos ha ido bastante bien!”, afirma el profesor.
Este año decidieron incluir la Academia en la oferta de talleres extraprogramáticos que ofrece el Liceo y como Morales cuenta, al tener mayor “competencia”, bajó el número de estudiantes a entre 15 y 20 alumnos. Sin embargo, para este nuevo semestre, tienen una propuesta muy atractiva, mezclarán literatura, emociones y habilidades tecnologías, con un canal de “Booktuber”.
Más que una Academia Literaria
El encargado de la Academia comenta que han visto que además de motivar a los estudiantes a leer, escribir y reflexionar, la Academia ha sido una vitrina para jóvenes que tienen otros intereses: “mejoró la autoestima de esos estudiantes y hoy en día son reconocidos por sus compañeros también por sus habilidades de escritura y lectura y también se perciben a sí mismos como referentes para sus compañeros”.
Para motivar a los estudiantes Carlos cuenta que han aplicado lo que, Armando Roa, encargado del Programa de Mentorías, les explicó: “romper un poco el paradigma de la literatura, que los niños entiendan la literatura no como un elemento ajeno a ellos como es quizás una asignatura, sino entender la literatura como parte de ellos, como ellos creadores constantes de literatura personal y propia, enlazarla con las emociones de los estudiantes”.
Sobre su paso por el Programa de Formación de Mentores de Academias Literarias de la RED Irarrázaval, Carlos asegura que volvió a sentirse estudiante y a motivarse como profesor. Para él la Academia ha sido un espacio para salir de su rol de profesor tradicional, y le ha permitido desarrollar otro lado, que implica: “darle una ayuda a los estudiantes desde una perspectiva más personal y más profunda”, concluye.
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