Planta de biogás en Escuela Agrícola Salesianos Don Bosco de Linares

08 Julio 2021

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En agosto de 2020, con el apoyo de recursos de la Fundación Irarrázaval, se inició la instalación de una planta de biogás para compensar la contaminación provocada por los planteles ganaderos que posee el establecimiento. En octubre se finalizó la construcción y dos meses después se juntó el volumen de gas suficiente para ser utilizado.

Con un asado campestre se dio por inaugurada la planta de biogás en la Escuela Agrícola Salesianos Don Bosco de Linares. Y no un asado cualquiera, la parrilla se hizo funcionar con el gas de la misma planta. El equipo directivo y el contratista del proyecto participaron de este evento, realizado en diciembre de 2020, cuatro meses después de comenzado el proyecto.

“La idea nace a raíz de la problemática que enfrenta el establecimiento de ejecutar medidas de mitigación para disminuir los altos niveles de contaminación que se generan a partir de los planteles ganaderos existentes en la escuela”, cuenta Carlos Hidalgo, coordinador del Área Técnica de la escuela. “La principal causa del problema es la permanente generación de gran volumen de purines proveniente de los planteles de porcino y avícola, los que produce una gran emanación de malos olores y la proliferación de vectores que causan permanentes molestias y reiterados reclamos de los vecinos en la Seremi de Salud del Maule”, agrega.

El funcionamiento

La planta de biogás instalada en la Escuela Agrícola es un biodigestor, el cual funciona como un estanque cerrado. “Es similar a un gigantesco estómago, que funciona procesando los purines provenientes de un sistema de producción animal intensivo. El resultado del proceso de biodigestión es el biogás, el cual es una fuente de energía renovable cuyo componente principal es el metano. Este gas se genera a través de la descomposición microbiológica de la materia orgánica de manera anaeróbica (ausencia de aire) dentro del biodigestor”, explica Hidalgo.

Además del metano, se produce un biofertilizante que no tiene malos olores y se puede usar como fertilizante, representando un ahorro al remplazar al fertilizante tradicional.

Por otro lado, el tener esta planta ayuda a los alumnos en sus aprendizajes a través de 3 formas:

- Se genera un ambiente de trabajo más limpio y agradable en la sala de clase y en las labores de prácticas.

- Los alumnos pueden comprobar en terreno la transformación que experimentan los desechos orgánicos provenientes de los animales en energía renovable.

- Se puede replicar esta experiencia en biodigestores de menor escala en sus comunidades rurales, desde donde ellos provienen.

En la zona no hay colegios que tengan una experiencia similar. “Esto nos pone como un referente piloto en este tema y cuando la pandemia termine, seguramente recibiremos muchas solicitudes de visitas a la planta, para conocer de cerca esta interesante experiencia”, afirma el coordinador del Área Técnica.

Y para concluir, agradece al directorio de la Fundación Irarrázaval por el constante apoyo a los colegios técnico-profesionales. “Con sus aportes económicos, ayudan fuertemente a la incorporación de tecnología de punta en los colegios TP, permitiendo que los alumnos de estas escuelas beneficiadas tengan una educación de mejor cobertura y calidad”.

Aníbal Vial, Gerente General de la Fundación Irarrázaval afirma: “queremos apoyar este tipo de proyectos en todos los colegios de la RED Irarrázaval, ya que además de ser una entrega de herramientas y de capacitación para los alumnos, es un proyecto sustentable, integral en todo sentido”.

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